Alfonso Fernández
El apoyo de las personas
que se encuentran a nuestro alrededor juega un papel muy beneficioso en
nuestra salud. De hecho, y como muestra
un estudio publicado en la revista Psychological Science, las personas
que reciben de manera habitual abrazos tienen un menor riesgo de desarrollar
una infección asociada al estrés y presentan síntomas más leves ante una
enfermedad.
Como explica el doctor Sheldon Cohen, de la Universidad Carnegie
Mellonen,
Pittsburgh (Estados Unidos), e investigador principal del estudio, “sabemos que
la gente tiene menos capacidad para combatir los resfriados en los momentos en
los que tiene conflictos con otras personas. También sabemos que las personas
que afirman sentirse apoyados por su entorno se encuentran protegidos, si bien
parcialmente, de efectos del estrés como la depresión o la ansiedad”.
En consecuencia, “nuestro trabajo ha evaluado si
la percepción de apoyo social resulta igualmente eficaz en la protección frente
a la susceptibilidad de infección inducida por el estrés, así como si el
recibir abrazos puede incrementar de por sí la protección frente a las
infecciones asociadas al estrés”, indica el investigador.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores
contaron con la participación de 404 adultos voluntarios a los que, una vez
consultados sobre su percepción de apoyo social, nivel de conflictividad con
otras personas y frecuencia con la que reciben abrazos, infectaron con un virus
del resfriado en un ambiente controlado.
Los resultados mostraron que las personas que se
sienten apoyadas tienen un menor riesgo de infección asociado con el estrés.
Unos resultados que, asimismo, mostraron que los abrazos fueron responsables de
una tercera parte del efecto protector que confiere el apoyo social.
En consecuencia, como afirma el doctor Cohen,
“nuestros hallazgos sugieren que el incremento de la frecuencia de abrazos
conlleva una reducción de los efectos nocivos del estrés.
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